Blog # 1

Jeff Korte

¿Te has encontrado en alguna de estas situaciones? Un matrimonio roto, una deuda que no tienes cómo pagar, una relación tóxica, estar en una iglesia de la cual ya no quieres ser parte, o seguir en un trabajo que no puedes dejar porque todo colapsaría si lo haces. Yo sí y en ocasiones he dicho que no puedo soportar más, pero Dios es un Dios de procesos y esos procesos requieren Pruebas.

Sé que no es fácil, la vida es un viaje lleno de sorpresas tan maravillosas que te empujan hacia tus sueños, o tan complejas que sentirás que no existe solución. Hoy pueden promoverte con un ascenso o degradarte con un despido, y seamos realistas, hay altibajos que demuestran que no todo es como una película de Disney, sino como una de suspenso con escenas que llamamos “pruebas”, donde todo lo que creemos sobre la vida y Dios es desafiado.

¿Por qué lo digo? Sabemos que Dios es bueno, aunque no hay mucha bondad a nuestro alrededor. Él quiere que tengamos paz, pero tal vez en nuestra vida nada hay que evidencie esa paz, y podemos saber lo que dice la Biblia, sin embargo estar en un momento en el que vivirla es complicado. ¡Esto es todo un desafío! No obstante, pasar por las trincheras de la vida construye una fe que jamás fallará, además permite que las ideas se conviertan en convicciones y el conocimiento en sabiduría.

Todos tenemos una historia, algo de qué hablar, una circunstancia que estamos atravesando. Sí, detrás de cada cara hay una batalla oculta que se está luchando, sueños que no se han logrado, relaciones en las que hay que trabajar, problemas económicos y oraciones que aún no se han hecho, pero cuando leemos la vida de Jesús, vemos que su gracia y misericordia se extienden a personas de la vida real, como tú y como yo. ¡Piénsalo! Las personas a las que Jesús predicó, curó y con las que trató, fueron reales y estaban pasando por fuertes pruebas.

“Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe.Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos”. Lucas 22:32 (NVI)

¡En el lugar donde realmente estás!

«Dios no te encontrará en el lugar en el que finges estar, pero se encontrará donde tú realmente estás».

Me encanta ver cómo la autenticidad, la vulnerabilidad y la honestidad coinciden con la verdad y la gracia, pues hay algo interesante que ocurre cuando somos reales sobre nuestra diario vivir y es que esto mueve el corazón de Dios ¡No más mentiras! No sigamos fingiendo, es el momento de decir “Dios, esto es lo que soy y aquí es donde estoy. Te necesito”.

¡Una ventaja increíble!

Muchos piensan que pasar por una prueba nos pone en desventaja, pero estas nos ubican en un lugar de ventaja porque nos volvemos tan conscientes de nuestra realidad, que la dependencia deja de ser en nosotros y se dirige hacia Dios como efecto de las pruebas.

“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia”. Santiago 1:2-3 (NVI)

Las pruebas nos dan ventajas según el pensamiento de Dios, y pasar por ellas genera en nosotros constancia, resistencia y se forja la fidelidad.

¡Jesús partió los panes!

En Mateo 14:13-21 encontramos la famosa historia de Jesús predicando y alimentando a las multitudes ¡Siempre me ha fascinado este relato! Es increíble imaginar a Jesús esperando a que sus discípulos se dieran cuenta que la gente tenía hambre y fue Él quien les dijo a ellos debían darles de comer.

Jesús, el gran hacedor de milagros, decidió usar a los discípulos que estaban atravesando por pruebas y con trozos de pan dieron de comer a la muchedumbre hasta quedar satisfechos. ¿Qué significa esto? Que los fragmentos de nuestras vidas, esos pedazos que dejan como resultado las dificultades, son los que alimentan a las multitudes también.

En las pruebas se revela nuestra fragilidad y la perfección de Dios, ya que somos quebrantamos y se descubren las cosas que debemos cambiar y no podemos por nuestra cuenta. Tal vez sintamos que la vida es muy difícil, sin embargo, en estas circunstancias es que Dios desarrolla constancia en nosotros y esa misma constancia provoca FIDELIDAD. ¡No! No somos perfectos, pero es importante recordar cada día que Jesús usa gente rota que ha pasado por trincheras para enseñar Quién es Él y esto no nos pone en desventaja, es una gran ventaja para un mundo que le urge conocer al Dios que nunca nos abandona.